Una vez oí a un argentino (No era Bielsa por si acaso) que decía… “cuando en Argentina suben la luz la gente sale a la calle, cuando en Chile suben la luz la gente compra velas”. Cuesta un poco creer que un país que durante toda su historia ha sido catalogado como “malo pa la pelota” de un día a otro se transforme en una “potencia” futbolística que genera respeto entre sus pares y que los hinchan se crean el cuento. Sin embargo la realidad es que en medio un país políticamente quebrado, donde los que gobiernen han cambiado el eslogan de “hacer las cosas bien” por “hacer las cosas para que se vean bien”, ha servido para que poco a poco la ideologías individuales cobren una fuerza inusitada y se transformen en colectivas, es entonces cuando el libre mercado comienza a tambalear ante el asecho de su peor miedo, el pueblo.
A los capitalistas se les olvida por momentos que su poder radica única y exclusivamente en el hecho de mantener al pueblo engañado, es por eso que cada vez que aparece alguien que habla con tanta sinceridad y desapego, sus bolsillos tiemblan ante la posibilidad de perder ese poder. Lo que Bielsa ha hecho, muy atinadamente un día antes de la elección de presidente de la ANFP, no es más que decir las cosas por su nombre y para ello se ha resguardado sobre su soberano derecho de decir lo que piensa de la forma que el estime conveniente. Alguien puede decir que como técnico de una selección Bielsa no debería opinar sobre temas que no le competen, pero lo cierto es que Bielsa hace gala de todos sus logros para hablar con justa razón no solo de la realidad del futbol chileno, sino de nuestra sociedad en términos generales y lo hace dirigiéndose a aquellos que él sabe que tienen el poder para generar un cambio, el hincha, lo que en términos sociales vendría a ser el pueblo.
Lo que ocurrió en la ANFP no es más que la lógica de un sistema que cuida sus finanzas, no les podemos echar la culpa de ello ni muchos criticarlos, finalmente cada quien vela por sus intereses, sin embargo, como suele ocurrir en la mayoría de los casos, los que ostentan el poder se olvidan de prestar atención a quienes les otorgan ese poder y de hacerlo lo hacen con medidas populistas que muchas veces solo sirven de volador de luces para esconder otra realidad mucho más perversa de lo que parece.
Bielsa ha logrado lo que en otros tiempos Brecht y Piscator intentaron a través de las tablas, sus palabras han generado la dialéctica necesaria para que el individuo observe con otros ojos la sociedad en la que está inmerso y este ha respondido al mensaje, hoy la gran mayoría de los hinchas chilenos repudia al presidente… electo de la ANFP, porque este, sin moverse de su escritorio, le ha quitado una ilusión profundamente valida de un pueblo acostumbrado a las derrotas, las catástrofes y los arreglos de bigote… ¿Y qué hará el hincha? ¿Comprara velas?
Lo que ocurra de aquí en adelante abre algo que no se veía desde los tiempos de la dictadura, las ideologías colectivas vuelven a cobrar a fuerza y lo más seguro es que capitalistas a cargo de nuestro futbol vuelven a hacer algún show para entretener al pueblo como en los mejores tiempos del circo romano, sin embargo la razón de un hincha que ha comprendido que el sistema no es justo con su condición humana ya no podrá ser quebrantada, como dice Roger Waters “hemos visto lo que está escrito en el muro” y eso de la memoria de cada uno de nosotros no será borrado jamás.
Ahora solo resta saber cuántos de aquellos que hoy saldrán a la calle a gritar por su legítimo derecho a soñar votaron por Piñera, ya que es solo cuestión de tiempo para que el pueblo deje de hacerse el tonto por lo demás.
Juan A. Osorio Negrete
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